Quiero que entiendas bien esta palabra. Porque ser manso de ninguna manera quiere decir que es bueno dejarse pisotear sin protestar. La mansedumbre me inclina a resolver mis conflictos de forma pacífica. En muchas ocasiones, nos dejamos invadir por la ira. La experiencia dice que la mayoría de las veces la violencia hace que los conflictos sean aún mayores. Muchas son las ocasiones en las que comprobamos que el efecto es similar al de pretender apagar un fuego con gasolina: lejos de solucionar el problema, lo agravamos. Educarnos desde pequeños buscando siempre una forma pacífica de resolver nuestros problemas, nos hace mejores personas y convierte el mundo en un lugar mucho más habitable.
13 de octubre de 2017
22 de marzo de 2017
AGENDA DE VALORES (IV)
Seguramente has conocido a
personas verdaderamente buenas en lo que hacen. Hay gente que ha alcanzado un
nivel tan grande que nos asombra. Pero resulta muy desagradable que algunas de esas
personas presuman de sus habilidades y éxitos. Digamos que son personas que se
alegran de sentirse superiores y gustan de hacérselo saber a todos. Puede que
tú llegues a ser verdaderamente bueno en algo; incluso que llegues a ser el o
la mejor. Si llega ese día, recuerda que la gente te valorará aún más si realizas
tu actividad de forma humilde.
20 de febrero de 2017
AGENDA DE VALORES (III)
LA GENEROSIDAD:
Las cosas u objetos que poseemos
pueden disfrutarse de forma más intensa cuando los compartes con otros. Un buen
ejemplo es un balón. En solitario, el balón puede servirme para entretenerme un
rato. Pero está claro que el disfrute con él es mayor cuando me junto con otras
personas, organizo dos equipos y comenzamos un partido. Lo mismo sucede con mis
virtudes o habilidades. Si alguien es bueno en matemáticas le va a servir personalmente
en la vida y eso es fantástico. Pero fíjate qué maravilloso placer puedes
sentir, si esa habilidad matemática te mueve a explicarle cómo se resuelve un
problema a un compañero de clase con dificultades. ¿Has pensado que alguna de tus
habilidades puede beneficiar a otros?
UN CRIPTOGRAMA EN LA SAGRADA FAMILIA
Vamos con una curiosidad que
relaciona religión y matemáticas. Viajemos a la ciudad de Barcelona para
visitar el Templo de la Sagrada Familia del magistral arquitecto Antonio Gaudí.
En concreto vamos a poner nuestra atención en una de sus fachadas.
Se trata del grupo escultórico
que representa El beso de Judas.
Identificamos fácilmente a Jesús, a Judas y a sus pies una serpiente que
representa la traición. Pero fijémonos aún más en el siguiente detalle:
Se trata de un cuadrado mágico
concebido por el escultor Josep María Subirats con el que nos vamos a
entretener un rato. Los cuadrados mágicos son pequeños divertimentos
matemáticos que consisten en situar los números de forma que sumen una
determinada cantidad en todas sus direcciones. El que observamos aquí no cumple
un requisito de los cuadrados mágicos perfectos que es que sus números no se
repitan. En este puedes observar que faltan el 12 y el 16, estando sin embargo
repetidos el 10 y el 14. Una licencia del autor “para que salgan las cuentas”.
Juguemos con él. Si sumamos cada
línea horizontal obtenemos 33. Si ahora sumamos cada línea vertical de nuevo
conseguimos el 33. Lo mismo con las diagonales, con las cuatro esquinas y los
cuatro números centrales. Y así hasta encontrar según los expertos 310
combinaciones distintas. Pregunto ¿por qué 33? Seguro que lo habéis acertado,
porque 33 es la edad que tenía Jesús al morir. El cuadrado está esculpido en la
fachada que representa la pasión de Cristo. Os animo a que busquéis combinaciones de números que sumen 33.
16 de enero de 2017
AGENDA DE VALORES (II)
LA AMABILIDAD:
Todos los días nos encontramos, aunque sea brevemente, con decenas de personas. Desde que me levanto hasta que me acuesto, tanto en casa como en la calle o el colegio, me encuentro con personas con las que me tengo que relacionar. La amabilidad endulza estos encuentros y los envuelve de una atmósfera positiva. "Gracias", "por favor" o "buenos días", son palabras que me acercan a los demás, los conozca o no, y que humanizan nuestro encuentro, sea este breve (cuando compro el periódico), o más duradero (mis profesores y compañeros en el colegio). Qué bien suena en nuestros oídos cuando alguien nos dice “me alegro de verte” o se despide con un “que te vaya bien”. No cuesta trabajo incorporar esta actitud positiva en nuestra manera de convivir con los demás.
¿Qué opinas? En clase hablaremos de ello.
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