Os presento un resumen de todo lo que hemos trabajado sobre la historia de José.
Recordad que esta historia pertenece al Antiguo Testamento. Se sitúa más de mil años antes del nacimiento de Jesús. El patriarca Jacob tenía doce hijos. Uno de ellos es nuestro protagonista, José.
Un día, sus hermanos deciden venderlo porque creen que su padre siente preferencia por él. José es llevado a Egipto, donde lo hicieron criado de un señor importante. Allí trabajó hasta ganarse la confianza del dueño de la casa, lo que motivó que le adjudicara más responsabilidad. Lamentablemente, José fue llevado a la cárcel por un malentendido con la mujer de su dueño del que era inocente.
En prisión, José conoció al copero y al panadero del rey. Ambos tuvieron unos sueños muy extraños. El copero soñó que exprimía unos racimos de uva en la copa del rey; el panadero, que unos pájaros se comían los panes preparados. Nosotros los vimos representados en las dos primeras obras de arte que os propuse.
Recordad que yo siempre os digo que las obras de arte están basadas en las informaciones de la Biblia. Conociendo bien los datos bíblicos, conseguimos interpretar mejor la obra de arte.
Como predijo José, el copero fue puesto en libertad. Lamentablemente, el copero olvidó su promesa y no habló de la inocencia de José al rey.
La historia continúa. Ahora el que tiene los sueños extraños es el rey: siete vacas flacas se comen a siete vacas gordas. Ninguno de los sabios del rey supo interpretar el sueño. En este momento, el copero se acuerda de José y recomienda al rey que lo llame para interpretar el sueño. José es llevado ante el rey y anuncia que vendrán siete años de gran abundancia de cosechas en toda la región (las siete vacas gordas), pero después siete años de gravísima carestía (las siete vacas flacas). Esta expresión ha pasado a nuestro lenguaje coloquial para los tiempos de crisis económica.
El rey decide poner a José al frente del país para organizarlo todo de manera que el país no sufra durante la sequía. Todo sucede como José predice. Durante los siete años de abundancia, José ordena almacenar alimentos para poder recurrir a ellos en el tiempo de carestía. Un plan muy sensato.
El hambre llegó a la tierra de Canaán, a la familia de José. Jacob decide enviar a sus hijos a Egipto a buscar alimentos. Cuando llegan a Egipto, José los reconoce al verlos, sin embargo ellos a él no. Antes de ayudarlos, decide darles una lección. José ordena que uno de los hijos sea encarcelado mientras sus hermanos vuelven a casa con el alimento y una orden del rey: si quieren liberar a su hermano tendrán que regresar con Benjamín, el hermano pequeño que se ha quedado con Jacob. Tras dudarlo mucho, Jacob acepta que Benjamín vaya a Egipto. José se emociona al ver de nuevo a su hermano pequeño, pero todavía no les desvela quién es. Antes quiere darles una lección más.
José libera a su hermano de la cárcel y les entrega sacos de trigo para su padre. Pero en el saco de Benjamín introduce una copa de oro sin que ellos lo sepan. Cuando están a mitad de camino, José envía a los soldados y descubren la copa en el saco de Benjamín, lo que hace que detengan al niño. Ellos no entienden nada y proclaman su inocencia. Esta es la parte de la historia representada en la imagen que os propuse la semana pasada:
La copa en el saco de Benjamín, Juan Antonio de Frías y Escalante, 1668, Museo del Prado de Madrid
No saben cómo ha llegado la copa hasta allí. José simula estar indignado. Finalmente, José no puede más, rompe a llorar delante de sus hermanos y les desvela quién es realmente. Los hermanos se sorprenden al ver que su hermano sigue vivo. Ellos temen una venganza por lo que han hecho, pero José los perdona. Ahora quiere volver a ver a su padre. El emocionante reencuentro entre Jacob y José se produce en el final feliz de esta historia.
